Latinoamérica. Los efectos de la radiación ultravioleta en la naturaleza son bien conocidos, sólo recuerde que donde el sol actúa directamente no hay proliferación de hongos ni bacterias. La radiación ultravioleta se aplica actualmente en los sistemas de aire acondicionado de dos maneras completamente diferentes: irradiación directa de superficies y en procesos de foto catálisis.

Este artículo tiene como objetivo explicar de forma muy resumida estas dos aplicaciones.

Luz ultravioleta germicida
La acción germicida de la irradiación ultravioleta se ha conocido y aplicado durante más de un siglo. El rango de radiación con longitud de onda entre 200 y 300 nm, conocido como UV-C, es muy eficiente en la desactivación de hongos, bacterias y mohos, si es proporcionada en la dosis adecuada, recordando que la dosis depende del tiempo de exposición y la intensidad de la radiación.

Otro aspecto muy importante de la radiación ultravioleta es que es perjudicial para los seres humanos pudiendo causar quemaduras en la piel, córnea ocular y retina. Por lo anterior se debe evitar la exposición a la radiación UV. Muchos países tienen estricta legislación que prohíbe la exposición directa a la luz ultravioleta.

La luz ultravioleta germicida (UVGI) se aplica en sistemas de aire acondicionado para la desinfección de superficies, encontrando una mayor aplicación en la limpieza y protección de bobinas. Su uso como purificador de aire está limitado por las altas velocidades adoptadas en los conductos, que requieren una irradiación de alta potencia para garantizar su eficacia, o incluso tramos de conductos de gran longitud equipados con lámpara UV-C. Es importante tener en cuenta que UVGI sólo elimina los microorganismos que pasan a través de la luz, actuando como un filtro, es decir, sirve para disminuir la concentración inferior de contaminantes.

Una analogía interesante es imaginar que estamos trabajando con sumideros de contaminantes puntuales, que serían las aberturas de retorno, a través de las cuales se aspira el aire de la habitación para ser conducido al «purificador de aire».

Sin embargo, debido a que se trata de una tecnología bien conocida y en el que existe una estandarización aplicable, aunque exclusivamente para la protección de la superficie, está a ser recomendada como una solución para la purificación del aire en el entorno construido.

La luz ultravioleta germicida (UVGI) se aplica en sistemas de aire acondicionado para la desinfección de superficies, encontrando una mayor aplicación en la limpieza y protección de bobinas. Su uso como purificador de aire está limitado por las altas velocidades adoptadas en los conductos, que requieren una irradiación de alta potencia para garantizar su eficacia, o incluso tramos de conductos de gran longitud equipados con lámpara UV-C. Es importante tener en cuenta que UVGI sólo elimina los microorganismos que pasan a través de la luz, actuando como un filtro, es decir, sirve para disminuir la concentración inferior de contaminantes.

Una analogía interesante es imaginar que estamos trabajando con sumideros de contaminantes puntuales, que serían las aberturas de retorno, a través de las cuales se aspira el aire de la habitación para ser conducido al «purificador de aire».

Sin embargo, debido a que se trata de una tecnología bien conocida y en el que existe una estandarización aplicable, aunque exclusivamente para la protección de la superficie, está a ser recomendada como una solución para la purificación del aire en el entorno construido.

Tecnología PHI – Foto Catálisis
La luz ultravioleta de los rayos del sol, cuando irradia óxidos metálicos particulares del suelo, ioniza el vapor de agua y las moléculas de oxígeno, que se unen en peróxido de hidrógeno. El peróxido de hidrógeno es altamente reactivo y uno de los germicidas más conocidos.

En la naturaleza el peróxido de hidrógeno se encuentra en concentraciones que van de 0 a 50 ppb (0 a 0,05 ppm) y, cuanto mayor sea su concentración, más limpio será el sitio, debido al potencial oxidativo del peróxido, que reacciona con gases orgánicos e inorgánicos, mata hongos y bacterias, así como desactiva virus en suspensión en el aire o en superficies. Este fenómeno se conoce como fotocatálisis (PCO de Photo Catalytic Oxidation) y, replicado en equipos, se ha aplicado con éxito durante más de treinta años en la purificación de ambientes. Los purificadores de aire de RGF Environmental Group, que utilizan la fotocatálisis su propio proceso patentado, la foto hidro (PHI) se dimensionan para garantizar una concentración de 20 a 50 ppb en el entorno tratado, simulando las mejores condiciones naturales. Todos los resultados favorables de las pruebas de eficacia realizadas tuvieron este nivel de concentración como un nivel mínimo.

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